El efecto degradado siempre nos ha gustado como una opción sencilla pero diferente para crear piezas vistosas. Como hace poco que ha caido entre nuestras manos unos cestos de Ikea, que creemos son perfectos para el efecto degradado, no podíamos dejar pasar la tentación de hacer un vídeotutorial para contaros una forma rápida de crear este efecto. Como siempre os dejamos un vídeotutorial para que podáis ver paso a paso cómo hacer este efecto degradado en vuestros muebles.
Materiales para hacer un efecto degradado
Nos apetecía mucho experimentar con el efecto degradado porque creemos que puede aportar un aspecto muy moderno a nuestros objetos de decoración. Podemos realizarlo empleando diferentes materiales, pero para nosotros lo más económico y práctico es combinar el uso de la pintura blanca acrílica con colorantes. De este modo podemos crear todos los colores que nos apetezca. Una vez que comienzas a echar gotitas de color no puedes parar de crear tus propios colores.
- Pintura acrílica Proamat: En este proyecto vamos a utilizar pintura acrílica (de base agua) de color blanco como base para nuestras mezclas.
- Colorantes Proa: Y para añadir el toque de color vamos a emplear los colorantes de la marca Proa. A parte de los colores básicos: amarillo, rojo y azul podemos encontrar el morado, el negro o el color óxido.
¿Por qué una cesta para el efecto degradado?
Podemos aplicar el efecto degradado a muebles e incluso paredes. Pero como siempre podemos empezar por algo pequeño y luego seguir añadiendo, hemos decidido usar este efecto en unos cestos de pequeño tamaño. Cuando los ví me gustaron mucho y me parecieron perfectos para esta técnica porque el entrelazado de las fibras a varios niveles hacen posible ir trabjando con varios tonos de un mismo color y crear un efecto degradado que parece muy natural, aunque los colores sean bastante diferentes.
Paso 1: Creamos nuestros colores
Antes de sacar la pintura debemos de elegir cuántos colores vamos a usar para pintar nuestra cesta. Como queremos emplear un color por cada nivel, en el cesto pequeño vamos a necesitar siete tonos diferentes, mientras que para el grande vamos a mezclar uno más, nueve para llebar de color toda la pieza.
Para conseguir cada tono vamos a crear un montoncito de pintura blanca. No vamos a necesitar mucha porque nuestros cestos no son muy grandes, pero eso sí, en el caso de que vayamos a pintar un mueble grande, es recomendable mezclar toda la pintura de una vez porque puede ser complicado dar con el tono exacto si posteriormente necesitamos más. A nosotros nos gusta trabajar del tono más clara al más oscuro y lo que hacemos es añadir una gota de colorante a la pintura blanca. En el primer montoncito, una gota de color. En el segundo montoncito, dos gotas de color. Y así sucesivamente para crear la paleta de colores que vamos a desarrollar para nuestros cestos.
Mezclamos muy bien el colorante con la base de color blanco y empezamos a pintar.
Paso 2: Pintamos los cestos
Vamos a aplicar del color desde arriba hacia abajo usando primero el más claro y en último lugar el más oscuro. Es importante que a simple vista se vea la diferencia entre uno y otro tono. Primero hemos pintado la cesra más pequeña, donde el rosa es el gran protagonista.
Y luego hemos seguido con la cesta más grande, donde el azul ha sido el color que hemos seleccionado.
Paso 3: Jugamos con el efecto degradado
Ya que nos ponemos no podíamos hacer sólo un efecto degradado, teníamos que hacer dos. Así que hemos combinado el rosa con el morado y el azul también, con el morado.
Podemos crear diversas combinaciones de degradados, hacer efectos más acentuados o mezclar más colores. Todo depende del resultado que estemos buscando. Nosotros hemos usado tres degradados diferentes para decorar nuestros cestos y darle un nuevo aspecto que esperamos os guste.
Un comentario
Es chulísimo. Gracias por el tutorial.