Hemos estado unas semanas liados con nuestro nuevo espacio de trabajo, que hemos montado con muebles y objetos de decoración de Ikea. A veces damos un paseo por sus tiendas sólo por cotillear, pero es casi imposible que en medio del camino no sintamos un flechazo y el amor nazca en una esquina. Algo parecido nos pasó cuando vimos el escritorio Kullaberg, con la veta de la madera a la vista y una estructura de tuberías negras. Una pieza de estilo muy industrial que teníamos que llevar a nuestro taller, pero que sabíamos era fundamental customizar para que encajara a la perfección en nuestro espacio, más sentimental que geográfico. Y ahora me explico. ¿Por qué customizar tus muebles? Podemos encontrarnos con muebles usados, que con un pequeño cambio se convierten en el protagonista de la habitación. Damos una segunda vida, antes de tirar a la basura, con todo lo que eso implica. Estamos dando un valor añadido a lo que nos rodea poniendo un poquito de nosotros mismos en cada proyecto, apostando por el reciclaje, la reparación, el cuidado y en definitiva por tratar con amor nuestro entorno. Y todo eso, lo podemos hacer con la mesilla de la abuela (que está tan de moda), pero también podemos cuidar y customizar desde el momento en el que un mueble llega a nuestra casa.
Nuevo espacio de trabajo: pared llena de cuadros
Siempre que vemos en internet o en una revista de decoración una pared llena de cuadros de diversos tamaños pensamos: “eso lo quiero yo”. Pero al final entre una cosa y otra, nunca hemos hecho algo parecido a pesar de que es una idea que nos encanta desde hace millones de años. Así que como en este momento queríamos cuidar y mimar nuestro nuevo espacio de trabajo y crear un rincón que fuera muy especial para nosotros, porque vamos a pasar allí mucho tiempo, no pudimos evitar la tentación de tener nuestra pared llena de cuadros. A veces las paredes pueden ser lo último en lo que pensamos cuando decoramos. Cambiamos su color, pero poco más. Por eso, hemos seguido una de las últimas iniciativas de Ikea: “Salvemos los muebles” y hemos hecho una interpretación un poco personal aplicando el espíritu de este proyecto también a nuestra pared. Ikea ha puesto en marcha una campaña pionera para fomentar una segunda vida para nuestros muebles. Para comenzar con una experiencia piloto ha elegido a Bélgica, Suecia y España. Sí, España es uno de los tres países de todo el mundo que tiene la oportunidad de salvar los muebles. Sólo dos datos que muestran la importancia de esta campaña: cada casa española tiene una media de 2.000 euros en productos que no usa y a penas el 10% de los muebles se reciclan, lo que hace que la mayoría terminen en el vertedero.
Así que decidimos cuidar nuestra pared poniendo un poquito de nosotros mismos. Dedicamos tiempo a buscar los cuadros que casaran a la perfección con el espacio y nos decidimos por unas láminas en blanco y negro de Ikea de diferentes tamaños. De este modo, pudimos hacer la composición que llevábamos años buscando.
Nuevo espacio de trabajo: escritorio de madera
Sin duda alguna, si ponemos nuestra creatividad, ilusión y esfuerzo en un mueble, seguro que lo apreciamos más y lo cuidamos. No encontraremos un escritorio que nos guste más, que el que hemos decorado nosotros mismos. Para personalizar esta pieza decidimos crear con pintura una línea de baldosas hidráulicas. Os dejamos el vídeo con el tutorial:
Con chalk paint o pintura de tiza, una plantilla y barniz al agua tenemos una pieza 100% personalizada.
Nuevo espacio de trabajo: ay, qué bonito ese cesto
Amor, amor y más amor sentimos en el momento en el que vimos este cesto de dos colores. Como tenía fibras negras tenía que ser nuestro para completar nuestro nuevo espacio de trabajo lleno de blanco y negro.
Un poquito más de “Salvemos los muebles”
Esta campaña de Ikea apuesta por: cuidar, reparar, customizar, vender, donar y reciclar. Por primera vez, Ikea propone la compra de productos de la marca a los clientes. Eso sí, tienen que estar dentro de las categorías que indica la marca y cumplir unos requisitos, pero puedes vender tus muebles Ikea al mismo Ikea para que posteriormente se vuelvan a poner a la venta en “El Desván de las Oportunidades”. Además, para completar el proyecto está en marcha la donación de textiles de hogar. Si no quieres una funda de sofá, manteles, cortinas, cojines… puedes llevarlos a tu tienda y Formació i Treball, la Fundación Amiga entidad promovida por Cáritas Diocesana de Barcelona, clasificará las piezas para darles un nuevo uso solidario.
No podemos evitar enamorarnos un poquito más de nuestro espacio de trabajo cada vez que subimos a la buhardilla. No encanta cada detalle y la madera con la veta a la vista. ¿Qué os parece?