Reciclar latas para decorar el patio

Hoy os mostramos el proyecto de una alumna de uno de nuestro talleres mensuales. Luisa tiene un patio que no le falta un detalle. Sillones de mimbre, tejas decoradas, cajas de frutas, un columpio de madera… Pero quería incluir un toque de color y nada mejor que hacerlo reciclando. Por eso, cuando cayó en sus manos una lata de café de tamaño XXL no se lo pensó dos veces y decidió decorarla. No hay nada mejor que reciclar latas para decorar el patio y transformarlas en maceteros. Para la ocasión ha decidio usar un color lila, blanco para el borde y una servilleta llena de pequeñas macetas con lavanda.

Paso 1: crear su propio color

Como Luisa no tenía a mano una pintura con el color que estaba buscando decidió crear el tono exacto. Mezcló rosa, blanco y azul profundo para llegar hasta el lila, que casaba a la perfección con la servilleta que quería. Eso sí, cuando hacemos colores es importante removerlos bien para que luego cuando metamos el pincel no nos encontremos pegotes de uno de los colores que hemos usado en la mezcla. Pintar el exterior es una de las formas más rápidas de reciclar latas y darles un nuevo uso.

Paso 2: elegir la servilleta

Aquí había varias opciones. Teníamos varias servilletas para elegir con motivos relacionados con la lavanda (tan de moda esta temporada), pero en algunos casos el fondo del papel era muy similar a la pintura que había empleado para pintar la lata, lo que podía hacer que perdiera nitidez. Entre las servilletas, al final encontró una con un fondo gris claro que podía quedar perfecta. Que no os preocupen las arrugas de la servilleta, vamos a planchar y quedará completamente lisa. Podíamos emplear sólo pintura para reciclar latas y convertirlas en un macetero. Pero no podíamos resistirnos a utilizar también las servilletas.

Paso 3: colocamos la servilleta para reciclar latas

Para reciclar latas, el decoupage o decoración con servilletas puede ser una opción sencilla para dar un cambio de aspecto radical, económico y rápido. En este trabajo en concreto, Luisa decidió no recortar el papel y colocar dos de los cuatro cuadrantes que habitualmente tienen las servilletas. Podía haberla pegado con pincel, pero al ser una lámina tan grande lo mejor es emplear la plancha. Aunque la forma redonda de la lata nos resta movilidad con la plancha, siempre vamos a conseguir que queden menos arrugas que con el pincel. Pero antes de nada, retiramos las capas de la servilleta. Quitamos las dos blancas para quedarnos con la que lleva la tinta.

Damos una capa de pegamento sobre la superficie de metal.

Durante unos minutos, esperamos a que seque un poco el pegamento (debe estar mordiente: ni húmedo, ni seco del todo) y colocamos la servilleta. Dejamos que el papel caiga sobre la lata y colocamos con cuidado. Ponemos encima un papel para el horno y pasamos la plancha. Sabremos que está bien planchada cuando desaparezcan los agujeritos que tienen en los laterales las servilletas. De esta modo cambiamos completamente de aspecto la superficie y conseguimos reciclar latas para evitar que vayan directas a la basura.

Damos una nueva capa de pegamento para permitir que el papel quede bien colocado, protegerlo y a la vez ganar algo de contraste que haga que se vea con más nitides el dibujo de la servilleta. Si queremos, podemos lijarla con una lija super fina. Y aquí viene el mayor problema del proyecto, aunque no lo parezca. ¿Dónde colocamos la lata en el patio? Luisa tiene un mueble de plástico que lleva muchos años en el patio. El paso del tiempo, la lluvia y el sol han hecho que el color cambie mucho y pierda el aspecto original. Era una superficie de plástico verde que imitaba las vetas de la madera y que a día de hoy casi no se ven.

A veces es importante buscar un producto específico para cada tipo de mueble y material. Así que empleamos el Limpiador especial para muebles de jardín de HG. Primero quitamos la suciedad con un trapo, aplicamos el producto y retiramos con un cepillo. Había mucha suciedad tras las lluvias de esta primavera y como el verano está a punto de llegar había que dejarlo reluciente.

Una vez seco pudimos ver cómo la veta de la madera ficticia que tenía el plástico volvía a aparecer.

Ahora lo que falta es encontrar un buen ramo de lavanda para colocar en la lata reciclada de Luisa y crear un rinconcito perfecto en su patio. ¿Qué os parece nuestra idea para reciclar latas y darles un nuevo uso?