No sé si os pasa alguna vez que cuando estás pensando en cómo usar papel para decorar un mueble tienes algunas duda sobre si te cansarás del papel o si se puede retirar en caso de que no te guste el resultado. ¿Qué hacemos cuando queremos retirar un papel? ¿Cómo quedará el mueble? A esto se suma que algunas veces nos enamoramos de dos papeles a la vez. Sí, eso nos pasa. No sólo nos gusta uno, además hay otro papel que nos hace vivir en un mar de dudas. Posiblemente, lo que hoy os proponemos es rizar el rizo. Al igual que con la ropa hay temporadas y en un momento nos apetecen estampados más coloridos para el verano o colores más neutros para el invierno, con los muebles os proponemos conseguir que la decoración se pueda cambiar según su uso o la época del año. Puede que hacerlo con todos los muebles pueda ser un poco incordio, pero hemos encontrado un escritorio que nos sirve como ejemplo perfecto para variar su apariencia sin mucho esfuerzo y gasto. ¿Tiene truco? Sí, claro. Pero os va a tocar leer todo el post.
Un mismo escritorio, dos formas de decorarlo
Un papel lo puede cambiar todo. Sin necesidad de pintar un mueble, simplemente eligiendo un papel u otro podemos tener una pieza completamente distinta. Esto pasa especialmente cuando usamos papeles con mucha personalidad como los de Pepe Peñalver. Desde hace meses andamos pensando qué hacemos con nuestro escritorio de madera, pero no queríamos iniciar el trabajo hasta que no estuvieramos seguros de qué queríamos hacerle. Ante las dudas, encontramos la solución perfecta. Usando un papel u otro podemos tener un escritorio de aspecto más masculino, pero desenfadado o un escritorio lleno de color, pero sin ser recargado.
Escritorio masculino
Es verdad que a veces nos centramos demasiado en elementos que pueden no ser muy aptos para los gustos masculinos, pero los hombres también tienen derecho a tener espacios en casa o el trabajo, donde se cuiden los elementos decorativos. Por eso elegimos este papel de Sandberg que distribuye en España Pepe Peñalver. Un papel desefadado, moderno y apto para todos los públicos. Con una trama que se repite y que según desde donde mires los paraguas se transforman en escapas de pez.
Para combinar con este papel hemos elegido otro papel de Sandberg de colores muchos más claros para dar luminosidad a la pared. Las rayas en diagonal crean flechas de diferentes colores en tonos pastel.
De esta forma, el espacio donde vayamos a colocar nuestro escritorio con un papel oscuro se verá lleno de luz gracias al papel de la pared. Siguiendo el tono desenfadado, moderno y vanguardista creamos un espacio de trabajo, donde el escritorio a pesar de ser una pieza de marcado carácter vintage convive a la perfección con los papeles de diseño nórdico.
Escritorio lleno de color otoñal
Los colores no son sólo para el verano. Siempre que vemos escrita la expresión explosión de color o lleno de colorido, pensamos en colores muy vivos y de marcado carácter primaveral. Pero el colorido también puede ser otoñal. Para nuestra segunda decoración efímera elegimos este papel, que también distribuye Pepe Peñalver, por su colorido sin estridencias. Manchas de colores desenfocados que se mezclan entre sí.
Queríamos un rincón lleno de color, pero que transmitiera calidez, por eso en el momento de buscar un papel para la pared el objetivo era encontrar un papel pintado que tuviera también mucho color, pero en tonos más apagados que el papel del escritorio.
Con esta combinación de papeles pintados creamos un espacio de trabajo perfecto para el otoño y el invierno. La paleta de colores es más neutra, pero con tonos que aportan luz al espacio y nos invitan a trabajar en un ambiente relajado.
Para la pared hemos seleccionado un papel pintado con textura. Como ya sabéis, no podíamos tirar los pequeños trozos que nos sobraron a la hora de pegar las láminas, así que decidimos personalizar un bote de cristal para tenerlo aún más cerca.
Decoración efímera: cómo personalizar nuestros muebles de forma temporal
Cambiar de aspecto nuestros muebles puede ser tan sencillo como cambiar la lámina de papel que colocamos encima. Evidentemente con la pared es completamente diferente. Pero con ciertos tipos de muebles es tan fácil como eso. Cortamos el papel, colocamos y cuando queremos otro ambiente diferente sólo tenemos que poner otro papel diferente. Para ocasiones especiales, cambio de estación o simplemente cuando queremos dar un aire distinto a nuestra casa tenemos esta opción. Os contamos cómo lo hemos hecho.
Paso 1: Limpieza
Antes de sacar los rollos de papel tenemos que limpiar muy bien la superficie. En este caso concreto, la limpieza era un paso fundamental porque compramos este escritorio en una tienda de segunda mano y las capas de suciedad por el uso eran numerosas. Aquí, sé que hay opiniones encontradas porque es verdad que la pátina del tiempo le da un aspecto muy bonito a algunos muebles. Pero existe otra visión que apuesta por limpiezas en profundidad, aunque eso suponga modificar de forma importante el color del mueble. En este caso concreto del escritorio de madera, era urgente una limpieza, pero también es cierto que el color cambio de forma importante. Para quitar la suciedad y ceras empleamos acetona pura con un estropajo metálico y tenemos que deciros que el trapo salió negro. Si os interesa la limpieza en muebles de madera, podéis echar un vistazo al post específico sobre este tema AQUÍ.
Paso 2: Tomamos medidas
Este paso es importante porque tenemos que tomar muy bien las medidas para que el papel case y no se noten los cortes entre una lámina y otra. Estos papeles de gama alta, como los que distribuye Pepe Peñalver, están diseñados de tal forma que es muy sencillo casarlos. Las tramas se repiten para que podamos juntar varias láminas y que no se vea dónde empieza una y termina la otra.
Como nuestro escritorio es más ancho que nuestro papel lo que hemos hecho en ambos casos es juntar dos láminas buscando el punto de intersección. De esta forma conseguimos un resultado uniforme y parece que el escritorio está decorado con un sólo papel y no con dos láminas de distinto ancho.
Paso 3: Ajustamos las esquinas
Una vez que hemos colocado las láminas de papel sobre la madera del escritorio ponemos encima el cristal. Gracias a este elemento el papel se queda fijo en la madera sin moverse y a la vez no sufre con el paso del tiempo y con el trabajo encima del cristal. Muchas veces nos habéis preguntado sobre cómo evitar que un papel se rompa con el uso. Si el papel está expuesto a roces, golpes, arañazos…. es fundamental protegerlo con varias capas de barniz. En este caso, gracias al cristal no es necesario ni pegar el papel a la madera, ni protegerlo. Aquí está la clave para poder hacer una decoración efímera que podamos cambiar son esfuerzo cada vez que queramos. Y una vez que hemos puesto el cristal encima vamos a rematar las esquinas. Tenemos dos opciones: con unas tijeras o con una lija fina. Vamos pasando la lija por el canto en perpendicular para que el corte sea limpio y justo al borde.
Cuando nos cansamos del papel, simplemente levantamos el cristal y cambiamos. Así tenemos un mueble completamente nuevo.
Un comentario
El escritorio es precioso! Con cualquiera de los dos papeles queda bonito.
Besitos!