El Barrio de las Letras se ha transformado durante estos último cuatro días para llenar cada acera, esquina y fachada de diseño y decoración. Muchos muebles vintage han inundado cada baldosa de suelo, con rincones que te dejaban la boca abierta y también, hay que decirlo con algunos elementos que se han repetido con mucha asiduidad. Dentro de Decoracción hemos podido ver por segundo año consecutivo muchas letras de madera, cojines y sillas con tela de saco, botellas de cristal y carteles de inspiración vintage. Para esta edición se han multiplicado las lámparas de los años setenta y ochenta, además de los espejos metálicos con hojas.

Nuestro recorrido comienza muy cerca de Atocha. Según entramos en territorio Decoracción nos encontramos con Antiquería Sanra María, quien aporta un aire completamente renovado a los muebles antiguos jugando con colores y formas geométricas. No apto para aquellos amantes de los Shabby Chic.

Al ladito, también en la calle San Pedro encontramos a Auria Interiores, donde los textiles, molinillos de café y los cazos transformaron la acera en una pequeña cocina. Objetos llenos de historia se reunían en este pedacito de los más inspirador.

Mesas vimos muchas, pero nos conquistó una de El Viejo Almacén. Por supuesto de madera y con unos cajones en la parte de abajo, que nos atrajeron como un imán.

Pasear por la calle Cervantes era casi una perdición. No sé si alguna vez os ha pasado, que os gusta TODO. El mueble de cocina de Lakari Kala es sólo un apunte más de la lista de deseos. En esta tienda-taller no sólo restauran muebles sino que además puedes diseñar el tuyo propio. Un ejemplo es esa alacena de color salmón y blanco. Si no te cuadra el tamaño, color o distribución, puedes crear la tuya.

Uno de nuestros espacios favoritos fue el creado por The Point. Las damajuanas de diversos tamaños son un compañero inseparable de las cajas y cestos de madera, además de las mesas donde el paso del tiempo se percibe a simple vista y es casi imposible reprimir echar la mano para también sentirlo con el tacto y comprobar ese relieve en las vetas.


Un objeto que nos conquistó fue el cartel de los Conguitos. Cuando te has criado viendo el anuncio… pues es lo que tiene.

No había ni un sólo puesto que no tuviera dos o tres cosas que te llevarías a casa. En algunos casos son elementos que llevan siendo una constante en los últimos años como las letras de madera o los cojines de arpillera.

Y en una pequeña ventana encontramos unos cojines azules que nos conquistaron por su personalidad. Cuatro jarrones de cristal, unas flores y los cojines junto a unos paños crean un ambiente especial rodeados de la madera de la ventana y la pared. El azul marino junto al blanco son siempre una apuesta segura.

Para muebles con personalidad esta vitrina de madera. Puede paracer que el blanco y el color de la madera no sean especialmente llamativos, pero seguro que en más de un salón se convertiría en la protagonista indiscutible.

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¡Cuántas cosas bellas!
Todo lo que sean cajones, muebles y cestas me dislocan.
Gracias por este paseo virtual.
Besos.
Que chulisimo!! Me encantan las alacenas, y la salmon es una pasada de bonita!!! Que envidia dar semejante paseo!!!