Antes y después de un escritorio de madera: la pintura

Hace unos días os mostramos un trabajo que hemos estado llevando a cabo con un escritorio de madera. Cambiamos por completo su aspecto empleando dos materiales: papel pintado y esmalte al agua. Como el trabajo nos ha llevado tiempo y tiene bastantes matices no queríamos contar todo en un sólo post. Luego nos salen muy largos y seguro que os da pereza terminar de leerlo todo. Por eso hoy nos centramos en los trabajos de pintura. Para cambiar de color un escritorio tenemos muchas opciones y para poder ir avanzando y decidir qué técnica usar, lo primero siempre es tener claro si queremos que se vea la madera o no. Eso va a determinar en buena parte los pasos a llevar a cabo. Como últimamente parece que sólo se habla de la pintura de tiza o chalk paint queríamos experimentar con otras alternativas y por eso decidimos probar esmaltes al agua para ver cómo quedan en muebles antiguos. Así que os contamos cómo cambiar de color un escritorio de madera utilizando esmalte al agua.

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Escritorio de madera pintado con esmalte al agua.

Materiales

  • Papel de protección Nerpel: Es importante tapar bien la superficie donde estamos pintando. Los esmaltes al agua se quitan bien, pero si dejamos que la mancha seque porque no la hemos visto o simplemente estamos liados con la brocha nos va a costar bastante quitarla. Así que merece la pena gastar un poco de tiempo en colocar papel de protección en el suelo o incluso en la pared em función del tamaño de la pieza y la herramienta para pintar que vayamos a usar.
  • Acetona: Nunca nos cansamos de decir que la limpieza del mueble es fundamental. En breve os explicamos lo que nos paso con esta pieza y tenemos claro que fue por culpa de una mala limpieza. Como se trata de una pieza antigua en la que se ha ido acumulando suciedad con el paso de los años vamos a usar acetona.
  • Estropajo metálico: Para sacar la suciedad acumulada.
  • Esmaltes al agua de Xylazel. Esta marca de tratamientos para la madera y pinturas gallega sacó al mercado este verano unos nuevos esmaltes al agua con acabado brillante, satinado y mate. Hicimos algunas cosillas pequeñas con ellos, pero nos apetecía poder seguir experimentando. Las sensaciones habían sido buenas sobre madera sin tratar, pero había que ver cómo respondía sobre un escritorio de madera que tenía muchos años detrás.
  • Brochas Nespoli-Rulo Pluma. ¿Alguien no ha probado todavía las brochas azules de Nespoli-Rulo Pluma? Echar un ojo al catálogo de Nespoli es volverse loca porque tienen todo lo que te puedas imaginar para todo tipo de necesidades. ¿Quieres pintar paredes, pero estás cansado/a de hacer malabarismo? No te preocupes que tienen alargos para rodillos, brochas y herramientas. ¿Quieres pintar un mueble, pero no quieres que queden marcas de los pelos de las brochas? Pues tienes brochas en función de la superficie sobre la que vayas a pintar y el tipo de pintura/ barniz / tinte que vayas a emplear. Con el esmalte al agua queríamos ver cómo respondían las brochas Aquapro. Son las que tienen las fibras de color azul y el mango de madera. Hemos pintado con tres brochas con formas diferentes para ver cómo respondían en las esquinas, relieves y cajones.
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Esmalte al agua de Xylazel y brochas Nespoli.

Paso 1: Una buena limpieza

Aquí tenemos que decir que nos equivocamos. Somos muy pesados con el tema de la limpieza de la superficie antes de pintar. Y mira por dónde tuvimos problemas, porque no hicimos bien la limpieza. Este paso depende mucho de cómo esté el objeto antes de limpiar. No es lo mismo una silla metálica llena de óxido que una madera de palet sin tratar. El escritorio de madera que queríamos cambiar de color tenía una capa de barniz muy fina y la suciedad de un mueble de más de 50 años. Como no había un barniz muy grueso, ni pinturas descartamos enseguida el decapante. Pensamos que con pasar el estropajo con acetona pura sería suficiente. Y realmente lo fue en gran parte del mueble, pero en dos cajones la pintura se craqueló porque no habíamos quitado bien la grasa de la madera y eso hizo que la capa de esmalte se abriera. Así que antes de pintar es bueno darle bien con el estropajo y asegurarnos de que quitamos toda la suecidad. A la hora de limpiar os recomendamos que os pongáis guantes, poque la suecidad que levantas de la madera se mete enseguida debajo de las uñas, y si no tenéis a mano acetona industrial, que es más pura, podéis usar acetona de las uñas.

Paso 2: La primera capa de pintura

Como os decía podíamos haber usado rodillos para pintar el escritorio de madera. Pero estabamos buscando cómo se entendían el esmalte al agua con las brochas azules. El esmalte al agua es mucho más suave que la chalk paint. Aunque también es una pintura densa no llega a esa textura casi pastosa de la pintura de tiza. Corre mucho mejor por la madera,  aunque tenemos que tener en cuenta que no se puede lijar. El esmalte al agua es recomendable cuando queremos hacer acabados tipo lacados y no buscamos efectos desgastados o envejecidos. Primero, pintamos las esquinas, bordes y uniones con Precissio, una brocha de Nespoli que se coge como si fuera un lápiz. El acabado en punta nos permite que el trabajo sea más preciso y por tanto podemos pintar de una pasada en zonas menos accesibles.

Como alternativa tenemos la brocha que acaba en punta. Esta brocha de recorte está pensando también para zonas de unión o esquinas.

A nosotros nos resultó más cómoda para los cajones la Precissio que la brocha de recorte porque de una pasada abarcas más superficie y no tienes que andar repasando al igual que en las patas. Tal vez, para ángulos como el punto de unión entre el escritorio y la tapa, la brocha de recorte puede ser útil para pintar de una vez la zona de abajo y la de arriba.

Empezamos por uno de los laterales. La primera capa cubre menos que la pintura chalk paint y notamos que aparecen pequeñas marcas según pasamos la brocha. Normalmente cuando aplicas la primera capa de pintura parece que va a quedar un poco desastroso porque se ve todavía mucha madera y parece que hay muchas marcas de brocha. Pero esto es normal. Que no cunda el pánico porque la segunda capa lo cambia todo.

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Brocha de recorte para pintar zonas de unión.

Metimos la pata: se nos craqueló la pintura

Lo que no era normal fue lo que nos pasó con dos cajones. El lateral, la tapa y un par de cajones cogieron la pintura sin problemas, pero en dos cajones cuando la pintura empezó a secar vimos que se abría mucho. Como decimos esto no es normal. Y por eso nos preocupó un poco. Nos pusimos en contacto con Xylazel, la empresa fabricante del producto y su director técnico nos explicó que sólo hay tres motivos que hacen que la pintura se craquele sin querer hacerlo.

  • Aceleración del tiempo de secado: Los productos tienen todos un tiempo de secado y si tratamos de modificarlo acelerando el proceso podemos encontranos con que la pintura se abre. Esto nos puede pasar con la pistola de calor. ¿Se puede secar la pintura? Sí, pero tenemos que se cuidadosos. Meter la pistola de calor a plena potencia y muy cerca de la pintura puede hacer que se craquele o incluso se queme. Si ves que empiezan a salir pompitas, es que te estás pasando con el calor.
  • Exceso en el grosor de la capa: Esto realmente está relacionado con lo anterior. Si al pintar damos una capa muy gruesa o incluso damos una capa y antes de que seque volvemos a dar otra capa encima, lo que estamos haciendo es crear capas de pintura con diferentes tiempos de secado. De esta forma, la que seca después rompe la capa de pintura que ha secado primero. Esto se hace cuando damos líquido para craquelar y estamos buscando un efecto roto en la pintura, pero cuando no lo buscamos nos puede estropear todo el trabajo.
  • Una mala limpieza: Esto fue lo que hicimos mal. ¿Por qué sabemos que fue esto lo que pasó? Porque el problema sólo se produjó en dos zonas de dos cajones y fue en la primera capa con muy poca carga de pintura. Creo que aquí estuvimos poco espabilados. Lo digo porque no tuvimos en cuenta una cuestión de uso. Lo normal es que no todo el mueble esté igual de sucio. Siempre hay zonas que sufren más con el paso de los años. Y justo el problema se centró en los dos cajones de arriba, que es la zona que tiene más contacto con la persona que se sienta a escribir. Teníamos que haber incidido más en esa parte.

¿Cómo solucionamos un craquelado que no queremos?

Lo primero que piensas es en dar más capas de pintura. Si vamos echando pintura sobre la madera, pues iremos tapando ese craquelado. Pero no es buena idea. Al final lo que tenemos es un problema de adherencia en la superficie y aunque nos pongamos cabezones eso va a seguir así a menos que vayamos al origen. Nos toca lijar la capa de pintura, limpiar bien los cajones y dar una pasada con una lija fina para asegurarnos de que no vuelve a pasar.

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Cajón pintado con esmalte blanco.

Paso 3: Segunda capa de pintura

Para mí la segunda capa de pintura es un paso fundamental. Normalmente la primera no sirve para ver cómo va a quedar la pieza, pero ya en la segunda podemos hacernos una idea mucho más clara. El esmalte al agua con las brochas de Nespoli corre muy bien, se aplica muy fácil y a la vez no quedan muchas marcas. Tenemos que darle una vuelta porque en estos momentos nos resulta más cómodo, agradable y rápido pintar con esmaltes al agua que con chalk paint. Puede que sea que simplemente la novedad nos haya cegado. Pero nos encanta esa sensación cuando dejamos caer la brocha sobre la madera y se mueve con una delicadeza tremenda.

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Paso 4: Acabado

Aprovechando que teníamos al director técnico de Xylazel a mano queríamos saber cómo protegemos nuestro escritorio de madera pintado con esmalte al agua. Nos dijo que no era necesario aplicar barnices. Por supuesto, no se da cera en este tipo de pinturas. Así que dejamos el escritorio tal y como lo véis. Tiene algo de brillo, sin ser una cosa exagerada.

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Acabo brilante del esmalte al agua.

En unos días os dejaremos un post sobre las diferencias entre esmalte al agua y chalk paint y diversos usos para cada una de ellas. Mientras, si alguien no ha visto el post sobre cómo decoramos nuestro escritorio de madera con papel pintado de Sandberg, distribuido por Pepe Peñalver, podéis aprovechar y visitar el post AQUÍ.

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Escritorio de madera pintado con esmalte al agua y decorado con papel pintado.

3 comentarios en “Antes y después de un escritorio de madera: la pintura”

  1. Hola,te cuento que pinté tres ventanas resisten lluvia ,sol y polución hace dos años que las pinté y este verano tengo que hacerle algunos retoques,eso sí,mucho trabajo previo para que queden espectaculares ,te escribo desde Santa Fe ,Argentina.

  2. Yo sólo empleo chalky cuando busco un acabado envejecido . Si no es así prefiero la acrílica con base sellada. Es más resistente y el acabado las fino,para mi gusto.
    La chalky para muebles pequeños y cajas me encanta. Y como os digo para muebles con un acabado muy antiguo y empolvados tambien.
    Gracias por compartir vuestra experiencia con este escritorio que, como os dije la entrada anterior, ha quedado magnífico.
    Besitos

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