Consejos para teñir madera: trucos, ventajas y resultados

 ¿Teñir madera o pintarla?

Lo primero es tener claro si lo que queremos es teñir madera o pintarla. ¿La diferencia? Teñir nos va a permitir ver la veta, mientras que la pintura tiene un mayor poder de cubricción y por tanto si aplicamos la pintura sin diluir es muy posible que tape todo el dibujo original de la madera.  Pero para teñir hay que tener presentes varias cuestiones que creo puede ayudarnos a decidir:

• Los tintes dejan ver la veta de la madera y todas las imperfecciones: por eso debemos de tener en cuenta esta circunstancia especialmente en la madera de palet. Si vemos que la madera tiene una marcas como circulares profundas, cuando usemos tinte se van a ver a simple vista. También la resina de la madera, que es bastante complicado eliminarla por completo. Os dejamos una imagen para que podáis ver lo que decimos de las marcas en la madera. Aunque nos volvamos locos lijando es bastante complicado retirar esos relieves.

• Hay que lijar muy bien la madera para que absorba bien el tinte. La madera tiene poros que hay que abrir para que mejore la absorción del producto. Siempre hay que echar un pequeño vistazo a la madera con la que estamos trabajando antes de hacer nada. Si vemos que tiene muchas imperfecciones podemos emplear una lija de grano grueso o medio, para terminar repasando la superficie con una lija de grano fino. Por tanto siempre la madera tiene que estar bien lijada y sin imperfecciones. Y además, no se puede teñir las maderas que previamente han sido pintadas a menos que nos pongamos a retirar las capas antiguas de pintura o barniz. Así que teñir madera es sinónimo de limpieza del mueble y de lija. Si no abrimos los poros de la pieza con la que estamos trabajando, el tinte no calará bien y el resultado no será homogéneo. El color puede quedar a aguas y tener diversos tonos por toda la pieza. Además, hay que tener en cuenta que hay muchos muebles hechos de conglomerados que no se pueden teñir, en esos casos siempre es mejor pintar.
• Los tintes son muy fáciles de aplicar y nos permiten crear muchos efectos rápidamente. Una de las cosas que más nos gustan de los tintes es que de una forma rápida podemos cambiar el color de la madera e ir experimentando y jugando con materiales hasta llegar al aspecto que más nos guste. Podemos teñir madera, pintar encima, dar ceras teñidas, aplicar pátinas con pinturas o dar aguadas… La madera teñida es una base estupenda para ir creando nuestro propio proyecto decorativo. E incluso, teñir la madera es un paso interesante para resaltar la veta cuando colocamos una servilleta o transfer encima.

Tintes al agua y al alcohol para teñir madera

Tenemos que tener en cuenta que hay diferentes tipos de tintes: tintes al alcohol y tintes al agua. En ambos casos podemos encontrarlos en forma de pigmentos para mezclar o ya diluidos. Y también en ambos casos podemos utilizar tintes con colores madera o con todo tipo de colores para teñir de morado, rojo, amarillo, naranja o azul cualquier madera. Para aquellos que estén empezando los tintes al agua son la mejor opción para teñir madera. Se aplican de una forma muy sencilla, aunque os recomendamos que tengáis en cuenta que si sólo damos cera sobre la madera teñida es muy fácil que con el paso del tiempo el color se vaya degradando por los rayos del sol y la humedad. Si queremos un color vivo durante años y usamos tintes al agua es bueno proteger la madera con un barniz. Los tintes al alcohol, son más duraderos, pero lo malo que tienen es que si teñimos superficies muy grandes puede que se note la marca de la brocha. Cuando teñimos madera con estos tintes, los tiempos de secado son muy rápidos y mientras estamos dando una pasada de producto con la brocha se va secando casi al instante. Por lo que hay que ser habilidoso o emplear una pistola que nos permite abarcar más madera en menos tiempo.

Cómo aplicar los tintes

Podemos usar tintes en pigmentos o comprar los tintes en formato líquido. A nosotros nos parece que lo más divertido siempre es crear nuestro propio tinte diluyendo los pigmentos en agua e ir mezclando diversos colores hasta encontrar el que buscamos. De verdad que no lleva mucho tiempo y merece la pena.

Paso 1: Hacemos nuestro propio color

Para crear nuestro propio tinte podemos diluir los pigmentos en agua. Por nuestra experiencia os recomendamos:

• Calentar el agua para diluir el tinte: Cuando echemos tinte en un bote con agua, la primera sensación que vamos a tener es que se diluye muy rápidamente. Pero que no nos engañe esa primera impresión porque siempre nos vamos a encontrar que hay particulas más gruesas que se mantienen sólidas. Para evitarlo tenemos que calentar el agua y remover muy bien.
• Usar un bote con tapa: Es muy cómoda emplear un bote con tapa, que nos permita cerrarlo y agitar con fuerza el contenido.
• Cuidado con la brocha cuando hacemos el tinte: Con esto hay que tener un poco de cuidado porque es normal que metamos la brocha en el bote para remover el contenido. Pero nos puede pasar, de hecho pasa bastante, que se queden pigmentos sin diluir en las fibras. Cuidado con esto porque al pintar veremos como al pasar la brocha esos pigmentos se quedarán sobre la superficies y vermos rayas del mismo color del tinte, pero mucho más oscuras.
• Hacer alguna prueba con el tinte: A nosotros nos ha pasado más de una vez que echas el pigmento, lo remueves, agitas y cuando pintas con la brocha queda un color muy suave. Te pones como loco/a a echar como si fuera azúcar y cuando vuelves a teñir te das cuenta de que te has pasado. Antes de añadir es importante asegurarse de que se ha diluido bien todo el pigmento y que no se ha quedado en la base del bote.
  
• Secar el tinte antes de decidir: Normalmente el tinte cuando se seca tienda a perder algo de intensidad en el color. Por tanto, antes de pintar toda la superficie podemos secar esa pequeña muestra que hemos hecho en una zona que no valga para ver el resultado final.

Echamos los pigmentos en el bote con agua caliente. Removemos bien, cerramos el bote y agitamos con ganas. Volvemos a remover y pintamos sobre una madera para ver el color que nos ha salido. Podemos emplear nogalina para oscurecer el color de nuestro tinte o combonar varias capas de color.

Paso 2: Aplicamos los tintes

Cuando vayamos a teñir madera debemos de aplicar el tinte siempre siguiendo la veta de la madera y tratando de dar pasadas rápidas para que no se note el paso de la brocha por la madera. Podemos dejar que la madera seque al aire o emplear un secador.

Paso 3: Acabados

Los tintes nos permiten jugar con diversas técnicas y materiales. Podemos aplicar ceras incoloras o barnices sobre la madera teñida. Si los tintes que estás usando son al agua y la pieza va a tener contacto directo con los rayos del sol, os recomendamos que apliquéis al menos una capa de barniz, ya que este tipo de tintes pueden ir perdiendo color con el paso del tiempo. Pero si queréis cambiar el color de la madera teñida, podéis emplear ceras de colores, chalk paint o aguadas para variar el tono y dar nuevos efectos.

Sobre las pátinas con ceras teñidas, podéis ver algunos detalles y trucos en un post antiguo: AQUÍ (con vídeo incluido).

A nuestra madera teñida de diversos colores hemos añadido unas cucharas antiguas para colocar velas en su interior.